El estrés puede ser en términos simples definido como un estado de cansancio mental provocado por exigencias de un rendimiento superior al normal en distintos ámbitos; suele provocar diversos trastornos físicos y mentales.
Como adultos enfrentamos diferentes situaciones, amenazas, inconvenientes que surgen en el día a día a los que tenemos que hacer frente, que requieren nuestra atención, y en ocasiones, atender a tantos estímulos provoca que terminemos superados y suframos las consecuencias de este estado.

En los niños también ocurre, aunque no sepan expresarlo con palabras, con sus preocupaciones también se sienten estresados aunque pensemos que por ser niños no tienen preocupaciones y son más felices.

Las situaciones que se ha visto que más complican a los niños son: Sentirse intimidado o acosado, Las dinámicas familiares, el cumplimiento de sus deberes escolares, creer que algo malo puede suceder, y problemas en sus relaciones interpersonales.

Por todo lo dicho, el estrés forma parte de nuestra vida en todas las etapas, y un poco de estrés nos ayuda a hacer frente a distintas situaciones y usar nuestros recursos, pero cuando se convierte en nuestra forma de vida, debemos poner atención y actuar, ya que aparece el cansancio mental y físico que provoca la exigencia de un rendimiento por encima de lo normal y las consecuencias de este estado son las mismas para adultos o niños.
Fuente: Articulo de revista hacer familia publicado por Rocío Navarro Psicóloga Directora de Psicolari, psicología Integral

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En los niños, se ha visto que las principales situaciones que les provocan estrés son:

1. Sentirse intimidado o acosado, existen situaciones donde los niños se sienten amenazados por algún cambio en su entorno, bien sea en el colegio o en su casa (llegada o partida de algún integrante, cambios de casa, etc) o tienen algún problema frente al cual no saben como actuar, por lo que terminan sintiéndose desprotegidos y esto los lleva a sentirse estresados.

2. Dinámicas familiares en cuanto a tiempos. Los adultos vivimos exigidos por los tiempos y las prisas, y terminamos extendiendo este ritmo a los niños y los apremiamos para que continuamente se apuren, “vamos”, “es tarde”, “no vamos a alcanzar a llegar”, “estamos atrasados”, “ya deberías haber terminado” y generamos en ellos una la sensación de que no son capaces al no respetar sus tiempos. Por eso es bueno preguntarse ¿queremos que vivan ya como nosotros, estresados continuamente?

3. Cumplir con sus obligaciones escolares y extraescolares. Las obligaciones del colegio donde deben cumplir las normas y los tiempos que se esperan de ellos, muchas veces se extienden estas obligaciones a la casa con tareas, trabajos, estudios , preparación de pruebas escolares, pudiendo incluso algunos niños dedica la tarde entera a realizar estas actividades. En este caso la pregunta es ¿Dónde queda su tiempo para relajarse o hacer cosas con las que disfruta y se desconecta?

4. Algo que afecta a muchos niños aun cuando no lo digan, es el creer que algo malo puede suceder, esto indepenientemente de si estas convicciones son reales o no, de si tienen logica o no, el niño las vive y las siente como reales y por tanto esta es una preocupación con un alto nivel de estrés y angustia, que muchas veces se manifiesta con pesadillas, sueño inquieto, cansancio, evitar hacer cosas, etc.

5. Hoy en día un gran tema desde pequeños, son los problemas en las relaciones interpersonales, pudiendo llegar a casos extremos como el bullying. Si en el colegio se siente rechazado y molestado por sus compañeros o está teniendo dificultades para relacionarse con los demás, terminará sintiéndose solo y preocupándose mas de la cuenta si nota poco apoyo social lo que repercutirá directamente en su nivel de estrés, ya que esto además no le permitirá desarrollar adecuadamente habilidades propias de su etapa de desarrollo, repercutiendo más adelante.

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